“Viajar hacia Perú en embarazo no ha sido placentero”: adolescente

Para Anmaried Álvarez, de 16 años, el viaje desde Venezuela ha sido más incómodo por su embarazo de tres meses.

Por Ana María Castro
RUMICHACA, ECUADOR – Para Anmaried Álvarez, de 16 años, el viaje con tres meses de embarazo no ha sido tan placentero. Los mareos, el vómito, los olores y la incomodidad de estar todo el tiempo sentada ha sido lo más complejo. “Por fortuna antes de viajar, el doctor me recetó unas pastillas que he venido tomando para el dolor de vientre”, comenta.

Esta adolescente venezolana se convertirá en seis meses en la madre de un bebé con nacionalidad peruana. Junto con su mamá, su padrastro y su hermanito de dos años (Ítalo) emprendieron la aventura de cruzar Venezuela, Colombia y Ecuador para lograr el sueño limeño que, para ellos, promete un mejor futuro. “Lo más duro ha sido dejar a mi hermanita de 11 años que se quedó con mi papá”, expresa.

Anmaried Álvarez, de 16 años, posa junto a Ítalo Machado, su hermano de 1 año y 10 meses. Ambos esperan en una carpa de UNICEF mientras sus padres hacen la fila para el sellado de sus pasaportes en la Aduana del Ecuador. Anmaried tiene tres meses de embarazo, y espera que el padre de su hijo la alcance en Perú antes de que su bebé nazca. Crédito foto: ©UNICEF/ECU/2018/Arcos

Anmaried vivía en Nirgua, en el estado Yaracuy. A pesar de que su mamá era profesora y su padrastro era dueño de una cauchera, ya no conseguían suficiente comida para alimentarse.

“Yo quedé en embarazo y no nos iba alcanzar para las medicinas, las ecografías y la ropa del bebé que voy a tener, por eso decidimos irnos”, relata Anmaried.

Cuando quedó en embarazo lo más duro fue contarle a su mamá, quien inicialmente se mostró muy disgustada con ella, sin embargo, pasado el enojo, ha sido ella quien más le ha brindado el apoyo en este proceso.

Una de las ilusiones de Anmaried es reencontrarse más adelante con Javier, el papá de su bebé, quien también es menor de edad. “Él tuvo que quedarse en Venezuela porque perdió sus documentos. Está esperando que le salga el pasaporte para alcanzarnos en Perú, pero ese trámite dura meses allá, incluso hay que pagar a los funcionarios si uno quiere que agilicen el trámite”, concluye la futura madre.

En Perú los espera una prima que ya lleva siete meses trabajando y pudo conseguirle un empleo a Dayana, la mamá de Anmaried, como profesora de segundo grado de bachillerato. “Estoy segura de que nos espera una vida mejor”, concluye la joven.