Los niños, niñas y adolescentes en situación de movilidad tienen derecho a:

No ser discriminados por su condición migratoria.

No ser detenidos.

No ser separados
de su familia.

No ser retornados a su país de origen si esto los expone a una situación de vulnerabilidad.

Acceder a
servicios sociales.

Ser escuchados, pues las autoridades o instituciones deben tomar en cuenta la voz de los niños en el proceso migratorio.