Asegúrate de llevar contigo tus documentos de identidad y la de los niños a tu cargo.
No coloques la documentación en maletas o bultos que se puedan perder fácilmente.
Llévalos siempre contigo en una bolsa plástica cerrada para que no se mojen o estropeen.
Conserva una copia digital en tu correo electrónico.
Por ninguna razón entregues tus documentos a personas que no sean autoridades migratorias.
Si es posible, avisa a las personas de confianza cuyos datos tienen tus hijos o los niños con los que viajas, para que estén pendientes.
Si ha pasado un tiempo razonable y no lo encuentras, notifica
a la Policía o las autoridades locales, para que puedan ubicarlo.
Acude al lugar de encuentro que identificaron o permanece en el último sitio que estuvieron juntos para maximizar las posibilidades de que
se vuelvan a encontrar.
No lo muevas del lugar ni tomes sus pertenencias.
Mantén la calma y pregunta si alguien conoce al niño o a su familia.
Intenta tranquilizarlo y pregúntale si conoce el nombre de sus padres, de alguna persona de contacto, algún teléfono o dirección.

Si es posible, identifica de dónde proviene el niño y busca información sobre su lugar de origen.
Permanece en el lugar para agotar la posibilidad de que sus familiares regresen.
Permanece en el lugar para agotar la posibilidad de que sus familiares regresen.

Ten cuidado con las personas desconocidas que ofrecen ayuda a cambio de alimentos, refugio, medicinas o dinero para cuidar a tus hijos o los niños que estás cuidando. Estas personas no siempre tienen buenas intenciones y podrían lastimar a los niños. Existen redes de trata y explotación que podrían aprovecharse de esta situación.
No permitas que se acerquen a ti y a tus hijos o a los niños con los que viajas.
No entregues tu documentación a cambio de favores o ayuda.